De la figura pública de Elsa Noguera no hay nada malo de que hablar. Tampoco de la personal. Ha sido una batalladora constante desde su nacimiento hasta la madurez, a la cual ha llegado con los honores de haberse desempeñado exitosamente como secretaria de Hacienda y Alcaldesa de Barranquilla, y en el campo nacional como Ministra de Vivienda, no sin antes transcender por el sector privado. Su aparente fragilidad física contrasta con un carácter férreo y con la capacidad laboral de intensos 7/24, según me han contado algunos colaboradores cercanos a ella. Toma decisiones, se arriesga y deja ver un lado humano de alguien a quien le ha tocado un rol nada fácil en algunos aspectos.