AL DESNUDO – Humberto Mendieta
a pandemia es la obligada catarsis que necesitábamos para vernos al desnudo. Dura realidad que afecta los pulmones –al menos eso es lo que se dice- y el estómago, por el hambre de quienes no tienen con qué. También golpea el corazón y el cerebro. Órganos, sentimientos, autoestima y bolsillo, todos impactados por un virus, que como maldición bíblica, cayó sobre la humanidad entera. Nadie se salva del riesgo, aunque los de mayor estatus económico tienen buenos escudos para protegerse.